Olavide no vio la Giralda
Hoy sí, nos venimos al centro-centro, para rescatar una pequeña curiosidad sobre tal vez el mayor símbolo de Sevilla, aquí y en el resto del mundo. Me gusta mucho la frase que alguien me dijo alguna vez: «Este es más sevillano que la Giralda«. Pues eso, una pequeña curiosidad sobre la maravillosa torre.
El llamado plano de Olavide es la primera representación cartográfica de Sevilla. Realizado en 1771, Pablo de Olavide fue su promotor como Asistente de la Ciudad. El encargado de realizar las trazas y el delineado fue el arquitecto Francisco Manuel Coelho, siendo el grabador Joseph Amat.
Incluye una perspectiva esquemática de 211 edificios, la mayoría religiosos e indicados al margen.
Aunque como es de esperar aparece la Catedral, si miramos bien, veremos que no hay ningún alzado de la espléndida torre alminar, convertida ya en torre campanario. Aparece el espacio que ocupa con una planta cuadrada y el espacio en medio, pero no esa representación que si acompaña a los otros 211 edificios. Aquí tenéis el detalle
Para algunos no tendrá mucha importancia este hecho, pero para nosotros, que nos fijamos mucho en los detalles, cuanto menos nos sorprende. ¿Se le olvidó al arquitecto tracista del alzado de la Giralda? ¿pensó que no era necesario? O fue un acto premeditado por parte de Olavide…
Nos gustaría saber vuestra opinión.
Un saludo.
Publicada el: 30/10/2015, por: admin
Hola GuiArte:
Ante todo, enhorabuena por vuestro proyecto. Después, paso a opinar sobre el tema: tengo entendido, creo que se lo oí decir al investigador del CSIC José María García Redondo, que el hecho de que no esté la Giralda fue un acto consciente del propio Olavide a la hora de diseñar el plano. Ilustrado, defensor de un cierto laicismo -posteriormente incluso con problemas con la Inquisición-, al parecer Olavide trabajaba para el poder civil, por lo que le interesaba representar símbolos asociados a éste frente a aquellos vinculados al cabildo/poder eclesiástico, con el que finalmente chocaría. No hay icono más representativo del poder de la iglesia en Sevilla que la elevada torre de su catedral, el punto más alto desde el cual «controlar» toda el conjunto urbano. No sería casual que Olavide por tanto la suprimiera.
En este sentido sería un claro ejemplo de que la cartografía, las vistas de ciudades, no son «neutras», sino que son testimonio de una ideología, en esta caso, la ilustrada. Desvinculándola de un símbolo que sonaba a «pasado» frente al futuro de progreso que prometán las reformas ilustradas, se rompe así con la imagen tradicional de la ciudad, en un intento de modernizarla desde su misma representación.
Creo que el mapa de Olavide da mucho de qué hablar y el hecho de que lo pongáis aquí me parece muy apropiado en relación a vuestro proyecto de proponer otras miradas de la ciudad de Sevilla más allá de sus tópicos.
¡Gracias GuiArte, seguid compartiendo historias e imágenes tan interesantes!
Gracias por su comentario juanalbromeo, y especialmente gracias por dejar constancia de una estupenda teoría que parece que podría acercarse mucho a la realidad y no podemos estar más de acuerdo. Una de las acusaciones que le hizo el Santo Oficio fue la de pretender que las personas acudieran más a ver las comedias que a rezar a los templos.
El 24 en Noviembre de 1778 tuvo lugar el «Autillo de Olavide». En dicho auto se le declaró «hereje, infame y miembro podrido de la Religión», esto desembocaría en su posterior huida a Francia en 1779, donde Voltaire dijo de él: «Vos y cuarenta como vos necesita España»
El eliminar conscientemente el símbolo de la majestuosa torre campanario, convertida ya al cristianismo es una muestra de la claridad ilustrada con la que obraba.
De nuevo gracias por su comentario.
Un saludo
De nada, gracias a vosotros por poner en la mesa el mapa y estas historias.
Un saludo
Pues yo creo que sencillamente la omitió por practicidad. Ya que taparía la visión del resto de edificios colindantes.
Grascias José Portillo por comentar, también es posible esta teoría y es que en ocasiones la razón más evidente es la correcta, y algunos historiadores buscamos los tres pies al gato
Un cordial saludo!